Por Ing. Alejandro Delgado | www.revistaconstruir.com
En la selección de un piso cerámico hay varios aspectos que se deben tomar en cuenta a la hora de su especificación. El diseño, el ambiente en el que se colocará, la duración y limpieza, son algunos de estos elementos.
El primer contacto es visual, es decir, se elegirá un piso por el diseño, color y acabado que posea. Las características de limpieza y durabilidad también son bastante importantes. Estas dependerán de si en el momento de compra se define el ambiente en el que se instalará el piso y la cantidad de tránsito a la que estará expuesto.
Un piso para un lugar con poco tránsito (personas, circulación de cargas, suciedad abrasiva o ralladuras) puede tener una menor resistencia a la abrasión que uno con mucho tránsito, donde su resistencia deberá ser mayor.
La resistencia a la abrasión es representada por la resistencia al desgaste superficial. La cerámica está clasificada con un código que indica el uso apropiado. A este código se le conoce como PEI (Porcelain Enamel Institute), que es el laboratorio que desarrolló la prueba y tiene un rango de 0 a 5, que indica la resistencia al desgaste que soportará la cerámica. Esto según la Norma ISO 10545.7
Clasificaciones PEI
PEI I: Tránsito muy ligero. Especial para ambientes sin acceso directo desde el exterior, tales como salas familiares, dormitorios y baños.
PEI II: Tránsito ligero. Especial para ambientes interiores, viviendas unifamiliares, apartamentos residenciales, dormitorios y baños.
PEI III: Tránsito medio. Para aquellos ambientes con accesos cercanos al exterior, como corredores, cocinas, salas y comedores.
PEI IV: Tránsito alto. Para interiores y exteriores en ambientes como vestíbulos, pasillos, escaleras, cocinas, terrazas, escuelas, oficinas, viviendas colectivas y multifamiliares, hospitales, centros comerciales y aeropuertos, entre otros.
PEI V: Tránsito alto, al igual que el PEI IV, adicionalmente resiste ataques químicos después de cierto desgaste.
Método PEI
El método PEI (Porcelain Enamel Institute) consiste en determinar la resistencia a la abrasión del esmalte al rotar una carga abrasiva a la superficie y someterla a una comparación visual contra una muestra sin abrasión.
Finalmente, se determina el PEI haciendo una inspección visual comparando la pieza desgastada contra una pieza nueva, poniéndola en una caja de luz con iluminación LUX 300. Las piezas deben verse a una distancia de dos metros y a un ángulo de 40 grados.
Los pisos que no llevan esmalte y que son pulidos por lo general tienen una resistencia al tráfico muy baja y no se les hace la prueba del PEI (Norma ISO 10545.6).
Por lo general, las características de un PEI más alto no identifican a un piso como de mejor calidad y tampoco da una indicación para que el precio sea mayor.Este calificativo únicamente debe de ser tomado en cuenta para determinar donde será instalada la cerámica.
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