Tras despedir al invierno llegó la hora de llenar el hogar de colores más alegres acordes con esta estación del año. y sobre todo muchas Flores.
En vísperas de que el verano llegue más pronto que tarde, entre otras cosas, ahora es el momento de aparcar los tonos oscuros y embriagarte de tonalidades más enérgicas, así como de llenar todas las estancias de flores o estampados que te hermanen con la naturaleza. Deja que el júbilo primaveral se apodere de ti y los tuyos.
Improvisa con todo aquello que tengas a mano
Si te paras a pensar, cualquier recipiente de casa puede reconvertirse en un jarrón de lo más efectivo. Y, es más, una simple jarra de cristal, acompañada por ejemplo de una bandeja de ratán con frutas, puede funcionar a la perfección como un bello a la par que informal centro de mesa. Observa con atención todo lo que te rodea y no tengas miedo en darle una nueva vida. Los límites los pones tú, así que echa a volar la imaginación y crea tus propias combinaciones decorativas sin necesidad de tener que sacar la tarjeta de crédito.
Camina con comodidad
Nadie te obliga a prescindir de las alfombras porque lo cierto es que son un elemento textil con entidad propia los 365 días del año. No obstante, los suelos revestidos de madera (parqué y sucedáneos) animan a quitarse las zapatillas de andar por casa e ir en todo momento descalzo. ¿Acaso existe mayor placer que eso?
El exterior en el interior
Hay elementos decorativos propiamente del exterior, de las terrazas y los balcones, que perfectamente funcionan en un espacio interior. Hablamos de farolillos, cajas de madera, regaderas o cualquier otro objeto que, si te paras a pensar, puede darle mucha personalidad a la entrada de tu casa o a cualquier otra estancia. La decoración puede ser mucho más versátil y heterogénea de lo que te puedes imaginar.
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